Los estudios iniciales están hechos en células procariotas, sobre todo
en Escheriricha coli. En la replicación intervienen veinte enzimas,
aproximadamente, que forman un gran complejo denominado replisoma o sistema de
replicasa. Y que iría replicando simultáneamente las dos hebras. Los enzimas
fundamentales son las ADN polimerasas. Van a tener un orden de actuación.
Existe un punto específico del ADN en el que la replicación
va a empezar:
En Escherichica
coli el punto de iniciación se denomina ori-c y tiene aproximadamente 245 pares
de bases.
En Escheririchia coli la proteína de iniciación es la
proteína dra A. La replicasa comienza a replicar en direcciones contrarios, con
lo que se acabarán encontrando en un punto final.
Excepcionalmente, en algunos virus, a partir de un punto de
iniciación habrá una sola horquilla de iniciación, siendo unidireccional en
lugar de bidireccional.
El ADN eucariótico tiene varios puntos de iniciación de la réplica:
Puntos de inicio en eucariotas. |
Esta imagen
puede verse a microscopio electrónico, apreciándose las horquillas u ojales de
ADN.
A cada unidad de replicación se les llama replicones. La
unidad de síntesis es mucho más lenta que en las bacterias. Además, los
cromosomas son más largos. Tener varias unidades de replicación es
imprescindible, de lo contrario debería pasarse meses replicando. Comenzando en
varios puntos se acelera mucho el proceso.
Las polimerasas, para actuar, deben tener separadas las
hebras. De esto se encarga un enzima denominado helicasa, que consume
aproximadamente 2 ATP por cada par de bases que separa.
Separación de las hebras de ADN |
Si dejásemos así el ADN, este tendería a volver a enlazarse
espontáneamente. Para evitar que se cierre el dúplex actúan otras proteínas
denominadas proteínas enlazantes del ADN (DBP ó DSS). En realidad son cuatro
subunidades. Una vez que una DBP se une, facilita que las demás también se
unan, es decir, hay una unión cooperativa.
Pero aún se plantean más problemas. Al ir desenrollando el
ADN, se irán formando superenrollamientos positivos más adelante. Al principio
esto no plantea problemas serios, ya que en los cromosomas suele existir un
superenrollamiento negativo, de forma que absorbe la tensión. Pero llegará un
momento en el que ya no pueda con ello y empezarán a formarse demasiados
superenrollamientos positivos. Pasa tanto en eucariotas como en procariotas.
Super-enrollamientos derivados de la separación de hebras. |
El problema es solucionado por las topoisomerasas, que
actúan delante de cada horquilla evitando que se enrolle. Hay dos mecanismos
distintos. Las de tipo I cortan una hebra, con lo cual la tensión se alivia al
girar el otro trozo, enlazándose de nuevo donde cortamos (en lugar de girar
todo el cromosoma, cortamos y hacemos girar un trozo de cromátida). El otro son
las de tipo II, que actúan en Escherichia coli y que se denominan girasas.
Estas van gastando energía por delante de l ahorquilla y creando
superenrollamientos negativos. Tienen que romper las dos cadenas y pasar una
cadena por encima de la otra para crear este superenrollamiento.
Y ahora intervendrían las ADN-polimerasas ADN-dependientes.
En Escherichia coli se conocen 3, nombradas como I, II y III por orden de
descubrimiento. Su actividad enzimática es actividad polimerásica, de forma
que:
El enzima tiene el mismo centro activo para las cuatro bases
que tiene que reconocer (es decir, dATP, dGTP, dTTP, dCTP), pero no reconocería
a las dNMPs y dNDPs. Deben estar las cuatro a al vez, ya que deben ir entrando
en un orden determinado y si falta una se interrumpe el proceso. Se necesita
Mg2+ porque los núcleotidos (dATP, dGTP, dTTP, dCTP) se unen en un complejo que
debe ser reconocido.
Todas las ADN polimerasas catalizan la síntesis de ADN en la
dirección 5’→3’.
Hacen falta otras dos cosas. Por un lado habrá un patrón que
vaya indicando qué núcleotidos se deben colocar. El patrón será la otra hebra
de ADN, que será leída en dirección 3’→5’.
Por otro lado, la ADN polimerasa necesita un cebador o hebra
cebadora. Es decir, no puede empezar de cero, debe tener un cebador
antiparalelo, perfectamente emparejado.
El cebador puede ser de ADN o de ARN. En la replicación en
vivo la síntesis comienza con unas hebras cebadoras de ARN. Una vez se ha
empezado, el propio ADN tiene el extremo 3’ por el que se puede guiar.
Hebras cebadoras |
Esta reacción es válida empezando por el extremo 3’ o por el
5’. Da lugar a dos tipos, la exonucleasa 5’→3’ y la exonucleasa 3’→5’.
La actividad exonucleásica 3’→5’ es correctora, va revisando
lo que acaba de polimerizar, corrigiéndola si hay errores. Si encuentra un
error, se hidroliza el nucleótido y lo repite. Como vemos, va en sentido
contrario de la síntesis.
El factor de error de la polimerasa es de entre 10-4 y 10-5
sin la actividad correctora. Gracias a la actividad correctora este error
disminuye al menos a 10-7 e incluso menos (10-9 ó 10-10).
La exonucleasa 5’→3’ tiene su punto de acción por
delante de la polimerasa. Va limpiando el camino, hidroliza bases que sobrasen.
La ADN-polimerasa I es la más abundante en Escherichia coli.
Existen alrededor de 400 copias por célula. Su velocidad es de unos 600
nucleótidos por minuto.
La ADN-polimerasa III es un complejo grande, de al menos
trece subunidades y con muchas funciones. Son menos abundantes, alrededor de 20
por célula, pero actúan muy rápido, unos 10000 nucleótidos por minuto. En vivo
podría actuar incluso más deprisa. Posee una replicasa denominada haloenzima-polimersa
III.
De la ADN-polimerasa II no se conoce bien su función. Es
mucho más lenta, entre 20 y 30 nucleótidos por minuto y no tiene actividad
exonucleásica 5’→3’. Pero si tiene actividad correctora, es decir,
actividad exonucleásica 3’→5’.
Las células eucarióticas tienen ADN polimerasas que actúan
igual, tanto en sentido, como en la necesidad de patrón y de cebador. Las
funciones exonucleásicas pueden aparecer o no dependiendo de la polimerasa.
Hay tres tipos, α, β y γ. La α viene a ser, aproximadamente,
la polimerasa III de Escherichia coli. Es la que replica la mayor parte del
ADN. La β colabora y repara. La γ aparece en las mitocondrias y se encarga de
duplicar el ADN mitocondrial.
La réplica de una hebra y otra es simultanea, pero no va a
ser igual. Una va a ser continua y la otra discontinua, ya que las dos hebras
molde son antiparalelas y si en una de ellas el avance va en sentido 5’→3’,
en la otra irá en dirección 3’→5’. Pero las polimerasas
conocidas solo incorporan nucleótidos en la dirección 5’→3’. El hecho
de que la réplica en la otra dirección no tiene lugar fue comprobado por
Okazaki. La réplica tendrá lugar en la misma dirección en las dos hebras, lo
que ocurre es que se van haciendo tramos en la dirección 5’→3’.
Habrá por lo tanto una hebra retardada o seguidora, en la
que la síntesis será discontinua, fragmentada. La incorporación se va haciendo
en pequeños fragmentos en dirección 5’→3’ que después, sucesivamente,
se unen. Se les denomina fragmentos de Okazaki. A la hebra que avanza de forma
continua se le denomina hebra guía o conductora en síntesis continua.
Si lo vemos a partir de un punto de iniciación, hacia un
lado veremos una hebra continua y otra discontinua:
Las ADN polimerasas, tanto para fabricar la hebra continua
como los fragmentos de ozkazaki, requieren cebadores para empezar. El cebador
va a ser de ARN, aunque después va a ser sustituido. Se trata de un proceso
progresivo, se van poniendo y quitando cebadores.
El ARN cebador es fabricado por la primasas, una
ARN-polimerasa ADN dependiente. Sintetiza ARN a partir de ADN, como siempre en
dirección 5’→3’.
(NTP)n + NTP → (NTP)n+1 + PPi
La primasa no necesita cebador y carece de capacidad
correctora, no tiene actividad exonucleásica 3’→5’. El nivel de errores será
mucho mayor, pero carece de importancia porque después los cebadores se quitan.
La primasa forma parte del primosoma, un complejo en el cual
hay al menos seis proteínas adicionales más. El primosoma forma, a su vez,
parte del replisoma antes citado. Las otras proteínas del primosoma tienen
distintas funciones, como hidrolizar ATP para conseguir energía (sin este
consumo de ATP, la síntesis no funciona).
Primer actúa la primasa, fabricando el cebador en el punto
de iniciación. La ADN-plimerasa III utiliza como inicio el hidroxilo 3’ del ARN
cebador. Y comenzará a sintetizar, terminando cuando se encuentre con algo que
la pare, como el inicio de otro replicón (1).
Posteriormente la primasa fabricará otro cebador, situándolo
a una distancia igual al número de nucleótidos que posea el fragmento de
Okazaki, es decir, lo sitúa a una distancia igual al tamaño de un fragmento
(2).
La ADN-polimersa III sintetiza el primer fragmento de
Okazaki a partir de este cebador, rellenando el hueco que queda entre los dos
cebadores. Se detiene cuando encuentra el cebador de inicio, es decir, el
primer cebador. Cuando la ADN-polimersa III encuentra el obstáculo se encuentra
por delante, por lo cual su actividad exonucleásica no puede actuar, no puede
eliminar el ARN cebador con el que se encuentra. Y quedará, además, un
nucleótido por poner. En el extremo 5’ del cebador hay un grupo trifosfato
sobre el que no puede actuar la ligasa, quedando una brecha (3).
Ahora actuará la ADN-polimersa I. Con su actividad
exonucleásica 5’→3’ hidrolizará los nucleótidos del ARN cebador. Y
actuará también como polimerasa 5’→3’. La ADN-polimerasa I usará
como cebador el extremo 3’ terminal que ha dejado la ADN-polimersa III al fabricar
el fragmento de Okazaki. Es decir, usará como cebador ADN en lugar de ARN. Y
rellena el fragmento, qudando en la zona trozos de ARN del cebador destrozados
por la ADN-polimersa I (4).
Ahora ya puede actuar la ADN-ligasa. Une el fosfato 3’
terminal de un extremo fosfato con el 5’ del otro lado. Ahora ya puede actuar,
porque al actuar la ADN-polimersa I ya no hay grupo trifosfato (5).
Como vemos, el tamaño de un fragmento de Okazaki es lo que
hidroliza la ADN-polimerasa III y lo que sintetiza la ADN-polimerasa I. Todos
los cebadores son iguales..
A partir de esto, se repite y a una distancia igual al
tamaño de un fragmento de Okazaki vuelve a colocarse otro cebador.
El esquema es el siguiente:
El esquema es el siguiente:
Podemos ver un pequeño esquema de lo que ocurre con un ADN
circular de una bacteria:
El último cebador actúa como molde para la ADN polimerasa I,
hidrolizando posteriormente este cebador y actuando la ligasa. Esto ocurrirá en
las dos copias.
En eucariotas ocurriría algo parecido, pero con los
replicones que se van encontrando:
Replicasa y replisoma deben tener una orientación espacial
concreta. En el replisoma primero irá la helicasa y los enzimas auxiliares
(BDP). Después irá la primasa, encargada de hacer el primer cebador. Solo se
necesita una, ya que primero hace el cebador de una y después se dedica a
sintetizar todos los cebadores posteriores. Y detrás, las dos ADN polimerasas
III, una a cada lado. No son exactamente iguales, ya que una se encarga de
sintetizar la hebra adelantada y la otra a la seguidora. Aunque no son exactamente
iguales, son parecidas. La hebra molde debe hacer un bucle sobre la ADN
polimersa III para conseguir que el cebador se fabrique en la dirección
correcta. La molde hace ese rizo o bucle, posteriormente se deshace cuando se
ha sintetizado el fragmento, avanza un poco y se vuelve a enrollar.
La ADN polimerasa III de la seguidora va un poco más atrás
debido al bucle que se va formando, que hace el doblez. De hecho, comenzó un
poco antes.
Pero ¿qué ocurre con las proteínas histónicas en los
eucariotas? Tienen que sintetizar nuevas histonas, deben formarse otras tantas
como las que había, las antiguas no se degradan, se aprovechan. Por métodos
radiactivos se ha demostrado que los octámeros antiguos y los nuevos van
separados, no se intercambian las nuevas con las antiguas. Las histonas nuevas
van solo al ADN replicado y solo a uno de los dos dúplex hijos, uno se lleva
los octámeros viejos y el otro todos los antiguos (a partir del punto de
inicio).
Parece que cuando el ADN se está replicando, los octámeros paternos
antiguos son aprovechados por la hebra continua. Las nuevas son asociados al
dúplex de la hebra retardada.
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