Artrópodo: Arácnido |
Es quizás el responsable de su gran desarrollo. Tiene una
estructura sencilla que se mantiene en todos; en algunos, como los centollos,
se engrosan y se impregnan de sales, pero por lo demás es similar.
De dentro a afuera tiene tres capas. Primero tiene una
membrana basal sobre una cavidad del cuerpo que no es un celoma. Después tiene
una epidermis que se denomina hipodermis, pues sobre ella está la cutícula.
Tanto la cutícula como la membrana basal son formados por la hipodermis. No
toda la hipodermis es un epitelio indiferenciado. Hay glándulas y pelos,
glándulas que vierten al exterior, respondiendo al medio externo, y los pelos
asociados a un receptor nervioso; los movimientos de esos pelos son registrados
e informan al animal del movimiento fuera de la cutícula.
La cutícula está dividida en subcapas. Diferenciamos dos, la
epicutícula y la procutícula. La epicutícula es de lípidos y proteínas, es una
capa muy fina que limita externamente la cutícula; en animales terrestres, los
lípidos se orientarán de manera que no salga ni entre agua (impermeabilizado).
La procutícula forma el grueso de la cutícula. Es la que confiere las
propiedades. Está formado por quitina y por esclerotina. La quitina es un poliscárido
y la esclerotina una proteína hidrosulible. La quitina y la esclerotina son
flexibles. Una parte de la procutícula está alterada químicamente, para que no
sea flexible.
Fórmula químiaa del polímero de quitina |
Los porocanales son espacios vacíos, cilíndricos muy densos
y muy finos. Llegan hasta la epicutícula sin traspasarla. En ese tubo hueco se
pone una microvellosidad y llega, en su desarrollo, hasta la epicutícula. Por
ellas vierten sustancias que desnaturalizan la cutícula, la esclerotiza (se
denomina esclerotizacón), endureciéndola. Solo se vierten por algunas zonas,
para endurecerla. Lo que vierten son fenoles y quinonas. Lo que se endurece es
la parte más próxima a la epicutícula. Esa parte, cuando está endureciedo y
diferenciada, se le llama exocutícula. A la zona que no se endurece jamás se le
llama endocutícula. El animal tiene zonas flexibles y zonas endurecidas. A cada
placa dura, formada por la zona endurecida, se le llama esclerito. Hay zonas
sin exocutícula, donde la endocutícula ocupa toda la capa. Generalmente el que
una zona esté endurecida no quiere decir que aumente el grosor, solo las
relaciones entre exocutícula y endocutícula. Pero las zonas no endurecidas son
muy frágiles, se encuentran protegidas por un esclerito. En resumen, es como
las tejas de un tejado, en la que la zona blanda queda oculta bajo dos placas
de esclerito.
Unión entre escrelitos en el tegumento. |
La cutícula es de origen ectodérmico. El artrópodo tiene
tapizadas por cutícula todas las estructuras de origen ectodérmico. Todos los
órganos sensitivos están recubiertos por cutícula. El tubo digestivo tiene tres
partes, el estomodeo, el mesenteron o mesodeo; el proctodeo, y el estomodeo y
proctodeo están recubiertos por cutícula. Todos los órganos respiratorios
internos y los bronquios externos están recubiertos, así como el sistema
reproductor.
En cuanto a la coloración de los artrópodos, va a determinar
muchas cosas, es muy importante. Si no tuvieran más que una cutícula sería
transparente, amarilla, negra, etc. Pero hay colores pigmentarios, producidos
por tejidos pigmentarios de la hipodermis, colores estructurales que dependen
de lo endurecida que esté la procutícula (a más oscuro, más duro), colores
químicos debido al depósito de ciertas sustancias en la cutícula (derivados de
la melanina de colores naranja, rojo, amarillo, etc.); y colores físicos
producidos en la cutícula por la forma que tiene la cutícula, colores metálicos
producidos por estriaciones de la epicutícula (muy finamente estriado, de forma
que una parte absorbe la luz, otro lo refleja), colores plateados producido por
gotas de aire en la cutícula (lo mismo ocurriría con el color azul de las
libélulas, debida al efecto Tindall).
También pueden aparecer cromatóforos; no los vamos a
encontrar en todos los artrópodos, solo en crustaceos y monocrustaceos. Tienen
un pigmento en el interior que el animal puede disponerlo a su antojo. Tienen
forma estrellada. En posición de reposo tienen un pigmento alrededor del
núcleo. En esa posición el animal parece incoloro. Si el animal hace que se
coloque en posición activada, el pigmento se reparte por todo el cromatóforo,
la misma cantidad de pigmento se dispersa por toda la célula. Hay la misma
cantidad de pigmento.
El cambio de color puede ser un cambio morfológico o
fisiológico. El morfológico se trata de que, al poner el animal sobre una
superficie de color, el animal aumenta o disminuye el estado o la cantidad de
pigmentos o de cromatóforos. Se consigue un cambio fisiológico espectacular, un
cambio rápido, ya que se trata solo de distribuir o condensar los pigmentos.
Ocurre cuando los animales se ven sometidos a situaciones de estrés. O bien se
mimetiza con el medio, o intenta asustar al depredador. Es controlado por una
serie de reacciones hormonales.
En cuanto a las propiedades y funciones de la cutícula.
Sirve como estructura de protección, tanto física como química. Tiene
condiciones tanto de impermeabilidad como de permeabilidad, en algunos casos,
cuando hace falta, se impermeabiliza, gracias a al epicutícula (en insectos se
transforma en una capa de ceras, con una capa de cemento, parecido a una
pintura, muy fina y muy resistente, que cubre la capa de ceras y así el insecto
puede vivir en tierra). En otros casos puede ser conveniente hacerla permeable,
por ejemplo la capa interna de los pulmones.
La cutícula puede facilitar la locomoción. Si no tuviera
cutícula rígida no podría mover los apéndices. Esa cutícula que sirve para
anclar los haces musculares es la exocutícula. En artrópodos superiores se
fabrican unos puntos de anclaje internos, un endosqueleto. La misma cutícula
externa se va a invaginar, anclándose a ella el músculo. Estas invaginaciones
se denominan apodemas. Pueden ser en foseta o laminares. Los apodemas en foseta
son puntuales, las laminares son lineales.
Cutícula sin apodemas y con apodemas |
Los apodemas en foseta se dice que son puntuales porque es
como si se invaginara la cutícula en un punto. Son casi exclusivamente de la
zona cefálica del animal; forman una especie de poro, tapizado internamente por
hipodermis. Se da una superficie de inserción muy pequeña, pero resistente si
se une con otros; forman un enrejado de bastones.
Apodema en foseta |
Apodema laminar |
Proceso de muda.
Larva de mariposa |
Todos los artrópodos tienen un exosqueleto rígido que les
impide crecer. Esto es solo una verdad a medias, en algunos artrópodos aparecen
regiones que permiten que aumente de volumen en la toma de alimento; pero el
volumen general es aproximadamente constante.
El animal irá creciendo hasta que la relación peso/volumen
sea máxima y no entre en el exosqueleto. El cerebro recibe la señal de que no
puede crecer más y comienza el proceso de muda. El animal debe deshacerse de la
antigua cutícula. Debe fabricar, después, otra cutícula nueva. En algún momento
de esto debe aumentar de volumen.
Tenemos un tegumento en reposo, epicutícula y procutícula
por debajo, una hipodermis (formado por epitelio cúbico). La procutícula
tendría dos capas, la exocutícula y la endocutícula. El cerebro se da cuenta de
que algo no va bien, no hay espacio, y se produce ecdisona, la hormona de la
muda, que llega a toda la hipodermis del cuerpo.
En primer lugar, la hipodermis se altera; se hace columnar y
la cara superior se arruga.
La segunda fase, que se denomina apolisis, consiste en la
separación de la cutícula antigua con la hipodermis. Nos queda la parte
superior de la hipodermis arrugada y la cutícula separada. Queda un espacio
vacío denominado espacio apolítico.
En tercer lugar esa hipodermis fabrica la nueva epicutícula
incompleta, no organiza la epicutícula. Queda una capa permeable; una vez
fabricada parcialmente esa epicutíucla incompleta entraríamos en la cuarta fase
y la hipodermis vierte al espacio apolítico por los porocanales enzimas
proteolíticos. Estos enzimas atacan a la cutícula antigua. El ataque no es
homogeneo, se digiere casi por completo la endocutícula y no desorganiza ni la
endocutícula ni la exocutícula. Al mismo tiempo, la hipodermis fabrica la nueva
procutícula.
En el punto cinco tiene lugar la llamada ecdisis; lo que
ocurre en la ecdisis es que la endocutícula ha sido totalmente digerida y por debajo tenemos la hipodermis con una
procutícula indiferenciada y en el medio de los dos el espacio apolítico con
enzimas y restos de la endocutícula. En ese momento se rompen los restos antiguos
de tegumento y el animal sale de ellos. El tegumento se rompe por las
denominadas líneas de ecdisis. Se trata de líneas predeterminadas, no se rompe
al azar. Se rompe de forma que el animal salga por donde sufra lo menos
posible. Primero por la cabeza, después el tórax. Todo ese proceso es la
ecdisis propiamente dicha. El resto antiguo, de donde salió el animal, se
denomina exuvio. Cuando el animal abandona el exuvio es totalmente blando. El
tegumento que tiene en ese momento es como una cera semihundida y cualquier
contacto con el tegumento estropearía la cubierta del animal; es muy sensible.
Mariposa tras abandonar la pupa |
Y estamos ahora en el sexto paso. El momento en que el
artrópodo es más delicado (y puede ser presa de muchos depredadores). Tiene el
mismo voluen que antes. Ahora el animal acondiciona la procutícula y forma
perfectamente la epicutícla para impermeabilizarla. Antes de que endurezca el
animal debe aumentar de volumen. En ese momento premio a reacondicionar la
cutícula absorberá aire o agua para aumentar el volumen. Puede llegar a tener
un 70 % de volumen de agua o aire. Una vez hecho esto, completa la epicutícula
y esclerotiza la procutícula. Después el animal reconstruye el color, etc. y
comenzará a aumentar de peso hasta que tenga que volver a cambiar la muda.
En la mayoría de los artrópodos sufren mudas contiuamente.
Los insectos no. A cada uno de los periodos que pasan entre las mudas se les denominan intermudas.
Esquema general de muda de un artrópodo |
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