domingo, 2 de septiembre de 2018

Eras Geológicas

Estudio de las Eras Geológicas
Las dotaciones de rocas sedimentarias con fósiles, la aplicación de las leyes de Steno cuando son viables y el análisis de los procesos geológicos que han sufrido las rocas de una zona han servido para conocer, de forma aproximada, los acontecimientos más importantes que han tenido lugar en la Tierra desde su formación.
Así, analizando los estratos sedimentarios donde aparecen fósiles y datando los mismos, como capaces de deducir en qué época vivían estos organismos. Los análisis de las características de las rocas, así como de las características de los organismos, han ayudado a los científicos a hacerse una idea de cómo ha sido el proceso de expansión de los organismos vivos en la Tierra.
El estudio geológico de los minerales, de los procesos de sedimentación y el análisis de la tectónica de placas han ayudado también a entender cómo ha evolucionado la superficie de la Tierra y los continentes.
Unidades Geocronométrias
El tiempo geológico debe dividirse en unidades, al igual que el tiempo ordinario. Pero los años son un periodo de tiempo extremadamente corto y no podemos subdividir la edad de la Tierra atendiendo a divisiones como siglos o milenios.

La división principal o de mayor entidad son los Eones. Veamos un cuadro con las principales subdivisiones de las unidades geocronométicas:
Unidades Geocrnométricas
Eones
Eras
Periodos
Épocas
Edades
Crones

Eones
La historia de la Tierra se divide en cuatro grandes eones, llamados (de más antiguo a más moderno) Hádico, Arqueano, Proterozóico y Fanerozóico.
El Hádico, Arqueano y Proterozóico se suelen agrupar bajo la denominación de Precámbrico (podría ser considerado un supereón).  El Fanerozóico es el más reciente, aunque engloba muchos menos años que los demás. La mayor parte de los seres vivos se han desarrollado durante este periodo. Dado que las rocas han sufrido menos transformaciones y que los restos fósiles son mucho más abundantes, es el eón que mejor conocemos.

Esquema Básico de los Eones de la Tierra
Realicemos un esquema básico de las eras de la Tierra y su cronología aproximada.
Eón
Era
Periodo
Cronología
Hádico


4600 m.a. - 4000 m.a.
Arqueano


4000 m.a. - 2500 m.a
Proterozóico


2500 m.a. - 540 m.a.
Fanerozóico
Paleozóico
Cámbrico
540m.a. - 490 m.a.
Ordovícico
490m.a. - 440 m.a.
Silúrico
440m.a. - 415 m.a.
Devónico
415 m.a. - 360 m.a
Carbonífero
360 m.a. - 300 m.a.
Pérmico
300 m.a. - 250 m.a.
Mesozóico
Triásico
250 m.a. - 200 m.a.
Jurásico
200 m.a. - 145 m.a.
Cretácico
145 m.a. - 65 m.a.
Cenozóico
Paleógeno
65 m.a. - 23 m.a.
Neógeno
23 m.a. - 2,5 m.a.
Cuaternario
2,5 m.a. - Actualidad

Precámbrico
El término Precámbrico corresponde al periodo de tiempo que se extiende desde la formación de la Tierra,  hace unos 4600 millones de años, hasta el primer periodo de la era Paleozóica, conocido como Cámbrico (hace unos 540 millones de años).
Se trata de la etapa más larga de la historia de la Tierra, pero también es la más desconocida. Esto se debe a varios motivos. Por un lado, apenas hay registros fósiles de seres vivos durante el Precámbrico, lo que hace que apenas tengamos referencia de los seres vivos que habitaban el planeta.
Dado que ha pasado tanto tiempo, además, las rocas han tenido mucho tiempo para sufrir todo tipo de deformaciones y modificaciones, por lo que su estudio resulta extremadamente complejo.
El Precámbrico se divide en tres eones: Hádico, Arqueano y Proterozóico.
El Hádico no está considerado formalmente como una era geológica por la Comisión Internacional de Estratigrafía. Sus límites son difusos y comenzaría con la formación de la Tierra, finalizando hace unos 4000 millones de años. Es el periodo durante el cual se formó la corteza terrestre. Dado que gran parte del planeta estaría incandescente, los fenómenos ígneos (es decir, fenómenos volcánicos y magmáticos) debían de ser extremadamente frecuentes. Estas condiciones son incompatibles con la presencia de seres vivos.
Fue también durante este eón cuando se formó la Luna (posiblemente, como ya indicamos, tras un impacto con otro cuerpo que compartía órbita con la Tierra o que se cruzó con ella).
El Eón Arcáico comienza hace alrededor de 4000 millones de años y finaliza en el Proterozóico, hace unos 2500 millones de años. Durante esta época se consolida la formación de la corteza terrestre y comienzan a tener lugar los procesos de generación y destrucción de la misma, conocidos como Tectónica de Placas.
La temperatura durante el arcáico era ya similar a la que hay actualmente, apareciendo grandes cantidades de agua líquida. La atmósfera, sin embargo, era muy diferente, dado que no había oxígeno. 
En este eón aparecerán los primeros seres vivos, si bien durante cientos de millones de años las únicas formas de vida serán posiblemente organismos procariotas. No existen fósiles directos de estos organismos, dado que su tamaño es extremadamente pequeño, pero sí restos de su actividad bioquímica, formándose estructuras minerales en las rocas conocidas como estromatolitos.
El Proterozóico es el último eón del Precámbrico, extendiéndose desde hace 2500 millones de años hasta hace unos 540 millones de años (cuando comenzará el Fanerozóico). En este periodo tiene lugar el proceso conocido como “la gran oxidación”. El enorme desarrollo de cianobacterias con capacidad fotosintética hará que aumente enormemente la liberación de oxígeno a la atmósfera, aumentado la concentración de este producto químico. 
Además de cianobacterias, comenzarán a desarrollarse otros organismos. A mitad del periodo aparecerán los primeros organismos pluricelulares. Por una parte, encontramos talófitos primitivos y por otro lado, se desarrollan los grupos animales más simples: poríferos (esponjas) cnidarios y ctenóforos. Todos ellos de vida acuática, pues posiblemente no hubiese tenido lugar la conquista de la tierra firme (salvo, tal vez, por un fino manto de plantas primitivas y hongos primitivos).
Al final del Precámbrico toda la tierra emergida se encontraba agrupada en un supercontinente denominado Pannotia.

Fanerozóico
Este eón se extiende desde el final del Proterozóico, hace unos 540 millones de años, hasta la actualidad. Aunque es el eón más pequeño, es también del que se poseen más estudios y registros fósiles.
El Fanerozóico se divide en tres grandes eras: Paleozóico, Mesozóico y Cenozóico.

Paleozóico
El paleozóico es una era que comienza hace unos 540 millones de años, poco después de la desintegración del supercontinente Pannotia y finaliza hace unos 250 millones de años, cuando se forma un nuevo supercontinente denominado Pangea. El primer periodo Paleozóico coincide con una gran explosión de organismos vivos y la aparición de numerosas formas de vida y su último periodo desemboca en la mayor extinción de especies de la historia.
Se subdivide en seis periodos, denominados Cámbrico, Ordovícico, Silúrico, Devónico, Carbonífero y Pérmico.
Cámbrico (540 m.a. - 490m.a.):  en este periodo tiene lugar una gran explosión de formas de vida.  Por un lado, desaparecerán muchas formas de vida propias del paleozóico, fundamentalmente organismos de cuerpo blando. Pero a la vez, aparecen los primeros
organismos con caparazón y partes duras, lo que facilita enormemente la formación de fósiles. Con el desarrollo de nuevas estructuras corporales, se consigue que la evolución genere muchas formas de vida diferentes, ya que pequeños cambios en la morfología o el desarrollo podrá dar lugar a un nuevo tipo de ser vivo. En esta época aparecen los primeros artrópodos, los trilobites, además de todo el grupo de moluscos (gasterópodos y bivalvos, sobre todo). También aparecerán los primeros condados primitivos, que con el tiempo acabarán dando lugar a los peces.
Ordovícico (490 m.a. - 440 m.a.): este periodo comienza con un proceso de extinción post-cámbrico y con una pequeña explosión de formas de vida, no tan intensa como la del cámbrico aunque muy importante, dado que aparecerán multitud de nuevos animales marinos. Entre otros, los primeros peces con mandíbula. También abundan trilobites, arácnidos marinos y diversos gasterópodos. En tierra firme, aparecen las primeras plantas no vasculares, concretamente algunos tipos de hepáticas.
Silúrico (440 m.a. - 415 m.a.): en este periodo encontramos tierra emergida dispersa con un alto nivel en los mares (debido a la escasez de hielo, restringido a pequeñas zonas del polo sur), lo que hace que se hayan podido encontrar registros fósiles de animales marinos en todos los continentes actuales. Aparecen los primeros tiburones espinosos y peces cartilaginosos (condrictios). Existen amplias zonas de mares cálidos y poco profundos, lo que provoca que crezcan muchos corales. En tierra firme comienzan a crecer las primeras plantas vasculares primitivas, muy sencillas dado que aun no existía una capa orgánica importante que formase el humus del suelo.
Devónico (414 m.a. - 360 m.a.): los arrecifes siguen siendo muy abundantes, así como los moluscos marinos y los trilobites. Pero lo más característico es la expansión de los tiburones y la aparición de los primeros peces óseos (osteictios). Sobre tierra firme, comienzan a crecer las primeras plantas con semillas, que proliferarán rápidamente formando grandes zonas boscosas. En estas zonas con vegetación proliferarán multitud de artrópodos, como escorpiones, miriápodos (ciempiés y milpiés) e insectos (insectos alados, entre ellos). Aparecen, además, los primeros vertebrados semiacuáticos: los anfibios.
Carbonífero (360 m.a. - 300 m.a.): el carbonífero pasó por dos fases climáticas diferentes: una primera más cálida, en la que las selvas se extendieron enormemente y una segunda algo más fría, con zonas que sufrieron glaciaciones parciales. La fauna marina es
similar a la que encontramos durante el devónico, con corales, moluscos o trilobites (que ya han comenzado a decaer sensiblemente). En tierra, destaca el desarrollo de helechos arborescentes, la gran diversidad de artrópodos y sobre todo la enorme expansión de los anfibios. También aparecen los primeros reptiles, que ya pueden medrar en zonas con menor cantidad de agua.
Pérmico (300 m.a. - 250 m.a.): durante el Pérmico se sigue desarrollando enormemente la vida, tanto en el mar como en la tierra firme, con grandes selvas rebosantes de vida y de especies animales diversas.  En esta era se desarrollan los primeros animales con características intermedias entre los reptiles (que habían aparecido en el carbonífero) y los mamíferos; se les denomina mamiferoides. El Pérmico acabará con la mayor extinción de la historia de la Tierra, tras la que solo sobrevivirán alrededor del 5% de las especies.

Mesozóico
El Mesozóico era franqueada por las dos extinciones más importantes de la historia de la Tierra. Empieza hace 250 millones de años, tras la gran extinción del Pérmico y finaliza hace 65 millones de años, con la gran extinción del Cretácico que acabará con los dinosaurios, que son posiblemente el ser vivo más característicos de la era.
Se divide en tres periodos, llamados Triásico, Jurásico y Cretácico.
Triásico (250 m.a. - 200 m.a.): tras la gran extinción del Pérmico, nuevas formas de vida deben ocupar los nichos ecológicos dejados por las especies extintas. La tierra emergida está unida en un megacontinente denominado Pangea, en el que podemos encontrar desde grandes zonas boscosas a desiertos. En este  panorama se desarrollarán dos tipos de organismos especialmente destacados, ambos provenientes del grupo de los reptiles. Por un lado, los mamiferoides evolucionarán para formar los mamíferos primitivos. Por otro lado, una serie de modificaciones en otro grupo de reptiles dará lugar al grupo animal más característico del Mesozóico: los dinosaurios. Estos dominarán tanto la tierra, con especies como los dicionodontes, el mar, con especies como los ictiosaurios e incluso los cielos, con reptiles alados como los pterosaurios.
Jurásico (200 m.a. - 145 m.a.): Pangea comienza a fracturarse para dar lugar a dos grandes continentes, denominados Laurasia y Gondwana. Antes del final del Jurásico, una gran porción de tierra se separará de Gondwana, dando lugar a Australia. Encontramos bosques con vegetación exuberante, aunque aun no hay plantas con verdaderas flores. Los dinosaurios  siguen en plena expansión, con la presencia de depredadores enormes, como el Allosaurus y grandes herbívoros como el Brachiosaurus. Los mamíferos continúan con su desarrollo, aunque su tamaño es en general reducido (animales similares a las actuales ratas, por ejemplo). Si bien encontramos grandes saurios aéreos, como los Pterodactylus, cabe destacar el desarrollo de un nuevo grupo de animales derivados de los dinosaurios: las aves.
Cretácico (145 m.a. - 65 m.a.): El acontecimiento más importante de esta época es la aparición de las primeras plantas con flores. Algunos grandes dinosaurios, como los Triceratops o los Velociraptores son típicos de esta época. Otros reptiles diferentes a los saurios hacen también su aparición: los cocodrilos (similares a los modernos). Entre la fauna marina siguen apareciendo multitud de especies de moluscos, como los ammonites y los grandes cefalópodos. En tierra también encontramos una enorme variedad de insectos, con formas morfológicas similares a los actuales. Al final de Cretácico tiene lugar una de las  mayores extinciones de la Tierra (posiblemente la segunda en importancia, después de la del Pérmico), derivada, según parece, del choque de un gran asteroide. El choque del asteroide elevará una gran masa de polvo y materia en suspensión que ocasionará un cambio climático severo, con un enfriamiento drástico y una reducción importante de la irradiación solar, que conducirá a la reducción de la masa forestal y por ende a la desaparición de grandes herbívoros. Del grupo de los saurópodos solos sobrevivirán las aves.

Cenozóico
El Cenozóico se extiende desde la gran extinción del Cretácico, hace aproximadamente 65 millones de años, hasta la actualidad. Durante esta era se produce un amplio desarrollo de dos grupos de animales que ocuparán el hueco dejado por los dinosaurios: los mamíferos y las aves. También se puede apreciar cómo las plantas con flor acaban dominando la flora del planeta, sobre si nos referimos a las plantas de mayor tamaño y a los árboles.
Los continentes ya se han separado. Pero India, que inicialmente era una zona independiente (una gran isla, similar a lo que hoy es Australia) avanzará hacia el norte, colisionando con el continente asiático y dando lugar a la cordillera del Himalaya.
El Cenozóico se divide en tres periodos: Paleógeno, Neógeno y Cuaternario.
Paleógeno (65 m.a. - 23 m.a.): durante este periodo se produce un amplio desarrollo de los mamíferos, que serán los principales encargados de ocupar el hueco que han dejado los grandes saurópodos. Así, muchos grupos animales hoy presentes se desarrollan en este periodo: felinos, cánidos y ballenas, entre otros. Las plantas con flores comienzan el desarrollo y extensión que ya había comenzado al final de Cretácio.
Neógeno (23 m.a. - 2,5 m.a.): el paleógeno fue un periodo cálido. En contraposición, el neógeno será mucho más frío y seco. La adaptación de los animales y plantas a estas condiciones climáticas marcará la evolución de los organismos. Las plantas herbáceas, que ya había comenzado a aparecer en el Paleógeno, se extienden profusamente. También encontramos en este periodo un desarrollo importante de los simios. Si bien ya habían aparecido en el Paleógeno, ahora se desarrollarán algunos grupos importantes para la posterior evolución humana, como los primeros australopitecinos, derivados de primates primitivos.
Cuaternario (2,5 m.a - actualidad): debemos tener en cuenta que los seres vivos, tal como los conocemos hoy, se han desarrollado a lo largo de este periodo. Ha estado marcado por dos intensas glaciaciones, que han provocado una cierta variabilidad en los animales y plantas (debe tenerse en cuenta que poseemos multitud de registro fósil de esta época, por lo que pequeños ciertos cambios que en otras épocas resultarían imperceptibles, en esta época resultan muy evidentes). Es el periodo en el que se desarrolla el ser humano, a partir de homínidos que comienzan a aparecer al principio de esta era.  


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