Las hojas son las estructuras vegetales encargadas de la producción de materia orgánica a través de los procesos fotosintéticos. Es decir, en las hojas se va a producir savia elaborada a partir de savia bruta y gracias a la incidencia de la luz solar.
En las hojas, por lo tanto, deben existir estructuras que promuevan, por un lado, la percepción de luz solar y la realización de la fotosíntesis. El principal tejido fotosintético en vegetales es el Parénquima. Y por otro lado, debe existir un sistema eficaz de intercambio de gases con el exterior, puesto que para realizar la fotosíntesis, la planta requiere captar dióxido de carbono del aire (para fijarlo mediante el ciclo de Calvin, en la fase oscura de la fotosíntesis) y liberando oxígeno en el proceso. Y cuando la fotosíntesis no se encuentra activa, en las hojas debe captarse oxígeno para llevar a cabo la respiración celular, liberándose dióxido de carbono.
Las hojas están recubiertas por una Epidermis, que actúa como capa protectora. Encontramos epidermis tanto en el haz como en el envés de la hoja, aunque ambos tejidos epidérmicos presentan ciertas diferencias. La más importante, en el envés de las hojas encontramos muchos más estomas, es decir, parejas de células especializadas en el intercambio de gases entre el interior y el exterior de las hojas.
Por debajo de la epidermis encontramos el Parénquima. Normalmente, en la zona del haz de las hojas el parénquima suele ser más denso, con mayor agrupamiento celular. Es frecuente, por ejemplo, encontrar un Parénquima en Empalizada.
En la zona del envés, en cambio, es más frecuente encontrar un parénquima con menor densidad celular, pues así se facilita la difusión de gases del exterior al interior. Podemos identificar en muchas hojas, por ejemplo, Parénquima Lagunar, con amplios huecos entre las células que permiten el flujo de gases.
En el interior de la hoja también encontraremos los Elementos Conductores, agrupados en haces conductores en los que aparecerá el Xilema, normalmente en la zona central del haz conductor y el Floema, en la zona periférica.
Los elementos conductores está, en ocasiones, rodeados o flanqueados por tejido endurecido, es decir, por Esclerénquima que le da consistencia a la hoja y a su nerviación.
En algunas zonas, bajo la epidermis, puede aparecer tejido endurecido, Colénquima, para dar consistencia a la hoja.
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domingo, 10 de marzo de 2019
domingo, 17 de febrero de 2019
Histología Vegetal: Estructura del Tallo Secundario
Entendemos por tallo secundario como aquel tallo que presenta anillos de crecimiento, es decir, que pertenece a una zona de la planta que se mantiene durante más de un año, presentado crecimientos estacionales progresivos.
Así, cada año aparecerá una nueva estructura de crecimiento, un nuevo anillo que rodeará o se añadirá a los anillos anteriores. Estos anillos están formados esencialmente de elementos leñosos, mayormente células sin protoplasto vivo y con predominancia de elementos conductores xilemáticos, es decir, de conductores de savia elaborada.
Los elementos con protoplasto vivo tenderán a concentrarse en las zonas más periféricas o y en ocasiones, en zonas interiores del tallo constituyendo la el parénquima medular.
Rodeando el tallo secundario encontramos una capa de células muy endurecidas, normalmente cargadas de una sustancia química denominada suberina y sin protoplasto vivo. Se denomina Perdiermis. Este tejido, conocido genéricamente como Súber, es fabricado por un meristemo que se localiza justo por debajo del mismo y que se denomina Felógeno.
Bajo el felógeno suele aparecer un tejido parenquimático conocido como Córtex. Es, básicamente, un tejido de relleno que ocupa la periferia exterior del tallo, justo por debajo del súber y del meristemo.
Justo por debajo del córtex aparece el tejido conductor de la savia elaborada, es decir, el Floema. En muchas ocasiones no forma un tejido circular continuo, sino que se establece en estructuras piramidales, con columnas de tejido parenqumático separando las diferentes pirámides.
Por debajo del floema se distribuirá, en capas concéntricas, el Xilema. Entre el xilema y el floema aparece un tejido meristemático encargado de fabricar los tejidos conductores y que se denomina Cambium o Cambium Vascular.
Las células del cambium generan floema hacia la periferia y xilema hacia el interior. El xilema es fabricado a mayor velocidad y establece claramente periodos de crecimiento y de paro del crecimiento en aquellas plantas que tiene crecimientos estacionales.
Año a año, el cambium fabrica xilema hacia el interior, que conforma un tejido duro y que da consistencia al tallo. Y va empujando los tejidos vivos hacia el exterior, aumentando de esa forma el volumen total del tallo. Debemos pensar que todo el grueso interior del tallo, formado por anillos concéntricos de xilema, son vasos leñosos, constituidos por células sin protoplasto vivo.
En la zona más interior de algunos tallos encontramos el Parénquima Medular, un tejido parenquimático formado por células con protoplasto vivo.
Así, cada año aparecerá una nueva estructura de crecimiento, un nuevo anillo que rodeará o se añadirá a los anillos anteriores. Estos anillos están formados esencialmente de elementos leñosos, mayormente células sin protoplasto vivo y con predominancia de elementos conductores xilemáticos, es decir, de conductores de savia elaborada.
Los elementos con protoplasto vivo tenderán a concentrarse en las zonas más periféricas o y en ocasiones, en zonas interiores del tallo constituyendo la el parénquima medular.
Rodeando el tallo secundario encontramos una capa de células muy endurecidas, normalmente cargadas de una sustancia química denominada suberina y sin protoplasto vivo. Se denomina Perdiermis. Este tejido, conocido genéricamente como Súber, es fabricado por un meristemo que se localiza justo por debajo del mismo y que se denomina Felógeno.
Bajo el felógeno suele aparecer un tejido parenquimático conocido como Córtex. Es, básicamente, un tejido de relleno que ocupa la periferia exterior del tallo, justo por debajo del súber y del meristemo.
Justo por debajo del córtex aparece el tejido conductor de la savia elaborada, es decir, el Floema. En muchas ocasiones no forma un tejido circular continuo, sino que se establece en estructuras piramidales, con columnas de tejido parenqumático separando las diferentes pirámides.
Por debajo del floema se distribuirá, en capas concéntricas, el Xilema. Entre el xilema y el floema aparece un tejido meristemático encargado de fabricar los tejidos conductores y que se denomina Cambium o Cambium Vascular.
Las células del cambium generan floema hacia la periferia y xilema hacia el interior. El xilema es fabricado a mayor velocidad y establece claramente periodos de crecimiento y de paro del crecimiento en aquellas plantas que tiene crecimientos estacionales.
Año a año, el cambium fabrica xilema hacia el interior, que conforma un tejido duro y que da consistencia al tallo. Y va empujando los tejidos vivos hacia el exterior, aumentando de esa forma el volumen total del tallo. Debemos pensar que todo el grueso interior del tallo, formado por anillos concéntricos de xilema, son vasos leñosos, constituidos por células sin protoplasto vivo.
En la zona más interior de algunos tallos encontramos el Parénquima Medular, un tejido parenquimático formado por células con protoplasto vivo.
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domingo, 3 de febrero de 2019
Histología Vegetal: Estructura del Tallo Primaro
Entendemos por tallos primarios aquellos que no presentan anillos de crecimiento. Normalmente aparecen solo durante una temporada del año, perdiéndose la estructura durante las estaciones frías.
Es decir, es un tallo que no presenta crecimientos progresivos de año a año.
Recordemos que la principal función del tallo es sostener la planta, mantenerla erguida de forma que pueda recibir pertinentemente la radiación solar, mantener en alto las hojas y el sistema reproductor de la planta y conectar las raíces con el resto de órganos de la planta, fundamentalmente hojas y estructuras reproductoras.
O dicho de otro modo, transporta el agua y las sales minerales, conocida como savia bruta, desde la raíz hasta las hojas, donde se fabrica la savia elaborada. Y posteriormente distribuye la savia elaborada desde las hojas hasta el resto de órganos de la planta, alimentando las estructuras reproductoras y haciendo descender los nutrientes a las raíces.
En el tallo primario encontramos varias estructuras características.
Por un lado, se encuentra rodeado por un tejido epidérmico que lo separa del exterior. En los tallos primarios, normalmente, no hay superficie endurecida rodeando el tallo.
Por debajo de la epidermis, hay una capa de tejido endurecido, de sostén, es decir, de esclerénquima formando una especie de anillo endurecido que aporta rigidez.
La parte central del tallo está constituido, principalmente, de tejido parenquimático.
Inmiscuido dentro del tejido parenquimático encontramos los elementos conductores en forma de subunidades, de morfología redondeada. En cada una de estas subunidades conductoras encontramos los dos tipos de tejidos: xilema que conduciría la savia bruta de la raíz a las hojas, y floema que transportaría la savia elaborada de las hojas a la raíz. Entre los elementos conductores, aparecen elementos de tejido de sostén, fundamentalmente esclerénquima. El esclerénquima está constituido por células endurecidas, que hacen de soporte y son las responsables de que los tallos sean elementos rígidos.
Es decir, es un tallo que no presenta crecimientos progresivos de año a año.
Recordemos que la principal función del tallo es sostener la planta, mantenerla erguida de forma que pueda recibir pertinentemente la radiación solar, mantener en alto las hojas y el sistema reproductor de la planta y conectar las raíces con el resto de órganos de la planta, fundamentalmente hojas y estructuras reproductoras.
O dicho de otro modo, transporta el agua y las sales minerales, conocida como savia bruta, desde la raíz hasta las hojas, donde se fabrica la savia elaborada. Y posteriormente distribuye la savia elaborada desde las hojas hasta el resto de órganos de la planta, alimentando las estructuras reproductoras y haciendo descender los nutrientes a las raíces.
En el tallo primario encontramos varias estructuras características.
Por un lado, se encuentra rodeado por un tejido epidérmico que lo separa del exterior. En los tallos primarios, normalmente, no hay superficie endurecida rodeando el tallo.
Por debajo de la epidermis, hay una capa de tejido endurecido, de sostén, es decir, de esclerénquima formando una especie de anillo endurecido que aporta rigidez.
La parte central del tallo está constituido, principalmente, de tejido parenquimático.
Inmiscuido dentro del tejido parenquimático encontramos los elementos conductores en forma de subunidades, de morfología redondeada. En cada una de estas subunidades conductoras encontramos los dos tipos de tejidos: xilema que conduciría la savia bruta de la raíz a las hojas, y floema que transportaría la savia elaborada de las hojas a la raíz. Entre los elementos conductores, aparecen elementos de tejido de sostén, fundamentalmente esclerénquima. El esclerénquima está constituido por células endurecidas, que hacen de soporte y son las responsables de que los tallos sean elementos rígidos.
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