Las hojas son las estructuras vegetales encargadas de la producción de materia orgánica a través de los procesos fotosintéticos. Es decir, en las hojas se va a producir savia elaborada a partir de savia bruta y gracias a la incidencia de la luz solar.
En las hojas, por lo tanto, deben existir estructuras que promuevan, por un lado, la percepción de luz solar y la realización de la fotosíntesis. El principal tejido fotosintético en vegetales es el Parénquima. Y por otro lado, debe existir un sistema eficaz de intercambio de gases con el exterior, puesto que para realizar la fotosíntesis, la planta requiere captar dióxido de carbono del aire (para fijarlo mediante el ciclo de Calvin, en la fase oscura de la fotosíntesis) y liberando oxígeno en el proceso. Y cuando la fotosíntesis no se encuentra activa, en las hojas debe captarse oxígeno para llevar a cabo la respiración celular, liberándose dióxido de carbono.
Las hojas están recubiertas por una Epidermis, que actúa como capa protectora. Encontramos epidermis tanto en el haz como en el envés de la hoja, aunque ambos tejidos epidérmicos presentan ciertas diferencias. La más importante, en el envés de las hojas encontramos muchos más estomas, es decir, parejas de células especializadas en el intercambio de gases entre el interior y el exterior de las hojas.
Por debajo de la epidermis encontramos el Parénquima. Normalmente, en la zona del haz de las hojas el parénquima suele ser más denso, con mayor agrupamiento celular. Es frecuente, por ejemplo, encontrar un Parénquima en Empalizada.
En la zona del envés, en cambio, es más frecuente encontrar un parénquima con menor densidad celular, pues así se facilita la difusión de gases del exterior al interior. Podemos identificar en muchas hojas, por ejemplo, Parénquima Lagunar, con amplios huecos entre las células que permiten el flujo de gases.
En el interior de la hoja también encontraremos los Elementos Conductores, agrupados en haces conductores en los que aparecerá el Xilema, normalmente en la zona central del haz conductor y el Floema, en la zona periférica.
Los elementos conductores está, en ocasiones, rodeados o flanqueados por tejido endurecido, es decir, por Esclerénquima que le da consistencia a la hoja y a su nerviación.
En algunas zonas, bajo la epidermis, puede aparecer tejido endurecido, Colénquima, para dar consistencia a la hoja.