Ya hemos estudiado en entradas anteriores la anatomía del corazón y los aspectos básicos del latido y el ciclo cardiaco. En esta entrada trataremos de profundizar un poco en el ciclo cardiaco y sus aspectos fisiológicos más importantes.
El ciclo cardiaco es la secuencia de fenómenos
eléctricos mecánicos que se
producen en el corazón y provocan los cambios de presión, volumen y flujo,
tanto en las cuatro cámaras como en los grandes vasos. Tienen lugar con un
orden definido y constante.
Esquema de la anatomía del corazón |
El ciclo se divide en sístole y diástole. Se denomina
sístole a la contracción y expulsión de la sangre, teniendo una duración
bastante constante y que rondará los 0,35 segundos. La diástole es el periodo
de relajo y de recarga de los músculos. Su duración es de unos 0,65 segundos,
aunque puede ser bastante variable en función de la frecuencia cardiaca.
La sístole comienza con la actividad eléctrica, denominada
fase isométrica, que provoca que los ventrículos se contraigan. Esta
contracción provoca un aumento de la presión dentro del ventrículo,
sobrepasando la presión existente en la aurícula. Entonces las válvulas mitral
y tricúspide se cierran y se produce lo que se conoce como primer ruido.
La fase de eyección sigue a la fase isométrica. La presión
sigue aumentando y llega un momento en el que se iguala a la presión de la
aorta y el tronco pulmonar. Se abren las válvulas semiluanares y la sangre
sale. Hay una expulsión rápida, la aorta y el tronco pulmonar aumentan su
presión. La mayor parte de la sangre sale en el primer impulso, pero
posteriormente su flujo va disminuyendo. Esto provoca que la presión del
ventrículo baje, al igual que la presión de las arterias. La expulsión se
vuelve por lo tanto más lenta. Cuando la presión de los ventrículos es menor que
la de las arterias se cierran las válvulas sigmoidales (o semilunares). Este
cierre de válvulas supone el segundo ruido. En ese momento, la sístole ha
concluido.
Comienza la diástole. El primer proceso es una relajación
isovolumétrica de los válvulas auriculoventriculares, que están cerradas. Se
debe a que la presión ventricular ha bajado por debajo de la auricular. Esta
apertura de las válvulas hace que los ventrículos comiencen a llenarse de
sangre. En las aurículas también va entrando sangre procedente de las venas
(pulmonares en la izquierda y cavas superior e inferior en la derecha).
En un momento dado, las aurículas se contraerán, impulsarán
toda la sangre a los ventrículos que de esta forma se llenan. El ventrículo se
llenará de sangre que además no puede fluir hacia las arterias, pues las
sigmoideas están cerradas. Entonces nos encontramos al final de la diástole.
Cuando comienza la sístole, los ventrículos no tienen
presión en su interior. La contracción sistólica hará que esta aumente hasta
igualarse con la de la arteria (aorta en la izquierda, tronco pulmonar en la
derecha). Como indicamos, ese aumento de presión es el que hace que las
válvulas sigmoideas se abran.
La presión en las aurículas sufre cambios relativamente
pequeños. Hay tres elevaciones: una al final de la diástole por la contracción
ventricular, una al principio de la sístole por el aumento de la presión en el
ventrícula y la salida de la sangre, que empuja un poco la aurícula hacia
arriba. Y la más importante, la que tiene lugar cuando la aurícula se contrae.
La primera válvula auriculoventricular que se cierra es la
mitral, después la tricúspide. En la contracción ventricular, la primera
sigmoidea que se abre es la pulmonar y después la aórtica. En cuanto al cierre,
primero se cierra la aórtica y después la pulmonar. En cuanto al cierre de las
auriculoventriculares, primero se cierra la tricúspide y luego la mitral.
Como ya indicamos, la apertura y cierre de válvulas provoca
una serie de sonidos perceptibles con un estetoscopio y que se denominan ruidos
cardiacos. El primero y el segundo (que hemos descrito) son los más
importantes. Recordemos que el primero es un indicador del comienzo mecánico de
la sístole (pues tiene lugar cuando se cierran las auriculoventriculares). El
segundo marca el final de la sístole, por cierre de las sigmoideas.
Resumen del ciclo cardiaco |
Existe un tercer ruido por el choque de la sangre contra las
paredes. Es grave, poco intenso y suele desaparecer después de los treinta o
cuarenta años. El tercer ruido se debe a la contracción de las aurículas y es
más perceptible en niños y ancianos.
Podemos encontrar otros ruidos indicadores de patologías,
como los que se producen cuando existen soplos.
El sistema encargado de regular la función eléctrica es el
denominado sistema de excitación conducción. Está formado por fibras encargadas
de producir el impulso eléctrico y transmitirlo.
Por un lado encontramos el nódulo sinoauricular (o de Keith
y Flack). Se encuentra en la parte superior de la aurícula derecha, en la
desembocadura de la vena cava superior. Su potencial de reposo ronda los -60mV.
Es el primero de los nódulos en excitarse, ya que el resto tienen un potencial
de reposo más elevado (unos -90mV). Se despolariza de forma autónoma
(marcapasos) unas setenta veces por minuto. Si aumentamos el número de
excitaciones por encima de cien, hablamos de taquicardia y si lo bajamos a
menos de sesenta, braquicardia, aunque estos valores son muy variables en
función de las características personales (existen personas con menos de
cuarenta pulsaciones por minuto en reposo, por lo cual habría que bajar de
treinta para hablar de braquicardia, por ejemplo).
Por otro lado tenemos las vías internodales, nervios que
comunican el nódulo sinoauricular con el auriculoventricular. Conducen a unos
0,45-0,65m/s (se trata de un proceso rápido y automático).
El nódulo auriculoventricular se encuentra en la parte
inferior de la aurícula derecha, cerca del tabique. En él la señal de
transducción sufre un retraso de entre 0,1 y 0,05m/s. Esto sucede para que las
aurículas tengan tiempo de llenar a los ventrículos y no se contraigan los dos
a la vez. También pueden actuar de marcapasos, pero la frecuencia es más lenta
que la del nódulo sinoauricular (llevaría al corazón a la braquicardia).
El haz de His conduce el impulso del nódulo a las fibras de
Purkinge. Las fibras de Purkinge forman dos ramas, derecha e izquierda y llevan
el impulso a una velocidad de entre 1 y 4m/s. Si fallase una de las ramas, la
señal habría de llegar al miocardio a través de los discos Z que comunica las
células entre si.
El corazón es capaz de responder a estímulos externos. Actúa
sobre el nódulo sinusal. La principal regulación tiene lugar en el sistema
nervioso, en un núcleo del bulbo raquídeo. Este núcleo actúa sobre la
frecuencia y sobre la fuerza de contracción. El sistema nervioso simpático
actúa sobre el corazón por los nervios cardiacos superior, medio e inferior.
Inerva el nódulo sinusal, la aurícula, el nódulo auriculoventricular, el
ventrículo y el haz de His. Actúa usando noradrenalina y posee efecto
istoropico positivo, aumenta la fuerza de contracción y la frecuencia cardiaca.
Por el contrario, el sistema parasimpático actúa a través del núcleo motor del
nervio vago. Actúa como cardioinhibidor y su neurotransmisor es la acetilcolina.
Disminuye la fuerza de contracción, el número de impulsos (reduce el ritmo
cardiaco) y la vasodilatación de las coronarias.
La frecuencia cardiaca debe adaptarse a las exigencias del
organismo y el miedo, la ansiedad, la angustia o la depresión, por ejemplo,
tienden a tener efectos taquicárdicos. La adaptación cardiaca es involuntaria.
Los receptores de estiramiento en el seno carotídeo, arco
aórtico, plexo hipogástrico, laringe y globo ocular producen braquicardia
(detecta exceso de presión y actúan contra ella).
El ejercicio físico tiende a producir taquicardia
momentania, el entrenamiento prolongado tiende a reducir los latidos por minuto
en reposo. El aumento de la temperatura corporal suele acompañar de taquicardia
y viceversa. La hormona tiroides también es taquicárdica.
Nodos del corazón |
- Nódulo sinoatrial.
- Nódulo atrioventricular
- Haz de his
- Fibras de Purkinge: rama izquierda
- Fascículo izquierdo posterior
- Fascículo izquierdo anterior
- Ventrículo izquierdo
- Septo ventricular
- Ventrículo derecho
- Fascículo derecho
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