Corrientes de convección.
Holmes propuso que en el manto había corrientes convectivas
debido a los cambios de temperatura de la zona. Son las fuerzas principales que
mueven las placas. Se trata de movimientos de materiales que están sólidos
durante casi todo el proceso, solo estarían líquidos cuando llegan a zonas de
menor presión.
Sin embargo, esta teoría presenta muchos problemas si
tratamos de realizar un análisis completo de toda la Tierra. De ser cierta,
cada placa tendría una célula convectiva. Pero hay placas, como la de África,
que son enormes y dado que a mayor tamaño de placa, se requiere mayor diámetro
de célula convectiva, también implicaría que esta se daría a mayor profundidad.
De esta forma, en algunas placas la corriente debería llegar a profundidades
que afecten a todo el manto, mientras que otras solo afectarían a al
astenosfera.
Así, deberíamos suponer que las corrientes solo debería
afectar a la astenosfera, no al zonas inferiores del manto a esto se le
denominó advención. Sin embargo, aquí también encontramos problemas, pues
debería haber células convectivas de miles de kilómetros de longitud y con un
ancho de alrededor de 670 kilómetros. No parece que una célula de estas
características pueda ser estable.
La idea más aceptada hoy e día es que existen dos sistemas
convectivos separados a un nivel del manto de entre 670 y 700 kilómetros. Sería
la causa de que la Tierra haya mantenido el calor durante tanto tiempo.
Gracias al estudio de la transición de ondas sísmicas, se
han obtenidos muchos datos de temperatura interna de la Tierra. Se ha realizado
un mapa interno de calor. Y estos datos apoyan a esta teoría.
También en el núcleo encontraríamos células convectivas.
Además, algunos de esos movimientos pueden atravesar el
límite astenosfera – mesosfera y viceversa.
Se sugiere que hay otras causas, otras fuerzas que ayudarán
al movimiento de las placas. Destaca entre otras la fuerza de la gravedad. En
la zona de la dorsal hay un abombamiento y en la zona de subducción, aparecen
fosas. Hay una gran diferencia de altura desde la dorsal hasta la zona de
subducción, lo que origina que exista un empuje por la fuerza de la gravedad.
Esta no es una causa única, pero ayuda. Las placas con zonas
de subducción se mueven más rápido que aquellas que no tienen zona de
subducción. La placa es estirada por las corrientes de convección, por la
fuerza de la gravedad y acaba por romperse. Donde se rompe, baja la presión y
los materiales de zonas inferiores comienzan a fundirse.
A las grietas se les denomina zonas de fosa o grabe. Son las
zonas por donde fluyen los materiales fundidos.
Puntos calientes (hot spots).
Se trata de fenómenos de actividad volcánica intraplaca, es
decir, en zonas interiores de la placa. Tienen su origen en zonas muy
profundas. Los puntos de calor se encuentran entre el manto y el núcleo. Se
trata de puntos fijos. Al ascenso de flujo se le denomina pluma térmica. Cuando
alcanza la superficie, atravesando todo el manto, da lugar a volcanes activos
en la corteza.
Dado que la placa que se encuentra por encima está en
movimiento y que el punto se encuentra fijo en el manto, dará lugar a una
hilera de volcanes. De los cuales solo estará activo el que en ese momento se
encuentre sobre el punto caliente.
El movimiento de la placa va originando que se acumulen
rocas volcánicas y la formación de islas con volcanes activos e inactivos. Un
ejemplo de esta distribución son las islas de Hawai. Estas se encuentran
dispuestas en forma de L, con una parte de islas que actualmente se encuentran
sobre el punto caliente y por lo tanto tienen vulcanismo activo con rocas
generalmente jóvenes, de menos de un millón de años. Y otra parte (otra pata de
la L) donde las rocas tienen una antigüedad de 55 millones de años y por lo
tanto hace tiempo que no hay vulcanismo activo.
Isla del archipiélago de Hawaii |
Un punto caliente puede estar, por azar, sobre una dorsal.
Esto es lo que courre en Islandia.
Los puntos calientes dan explicación a algunos fenómenos,
como las dorsales asísmicas (existe una entre India y Australia). Se trata de
formaciones elevadas, dispuestas en línea y que se explican como puntos
calientes, en este caso cuando la placa del índico pasó por encima de un punto
caliente y este dejó el rastro en forma de cordillera similar a una dorsal.
Puede haber un punto caliente bajo la corteza continental.
Esto es lo que ocurre en el parque nacional de Yellowstone. Los heíseres y
vulcanismo se deben a esta causa. Se puede seguir la trayectoria del punto
caliente hasta el Pacífico. Antes estuvo en una posición diferente, hay restos
en la Placa del Pacífico.
Cuando hay un punto caliente sobre la dorsal y esta no se
mueve, a uno y otro lado de la misma se van formando montes vocánicos,
simétricos. Produce dos hileras de volcanes simétricas. Hubo un punto caliente
de estas características que estuvo activo durante mucho tiempo en la dorsal
del Atlántico Sur. Ahora ya no está activo, pues la placa Africana ha avanzado
hacia América.
Existen estructuras similares a los puntos calientes, pero
que no son puntos calientes en sí mismos. Por ejemplo, las Islas Canarias no
son un punto caliente, aunque se asemeje. Se cree que se debe a una grieta en
una falla, por donde ascienden materiales fundidos.
Ciclo de Wilson.
Wilson fue el primero que propuso la existencia de puntos
calientes.
Se denomina Ciclo de Wilson a una serie de procesos que
comienzan cuando se abre un Rift continental. Es una zona con flujo de calor
ascendente. Se abomba y la corteza se adelgaza. Se producen tensiones en
sentidos opuestos, la zona es afectada por fallas directas, debidas a la
distensión, al estiramiento. La producción de materiales volcánicos se hace
intensa, se genera corteza oceánica, se separan los dos continentes y hay se
genera una dorsal en el medio.
En esa zona se abrirá un océano. Cuando el océano alcance
una cierta anchura, comenzará a ser altamente probable que la corteza oceánica
más antigua, alejada de la dorsal, fría y rígida se rompa. Habrá acumulado
muchos sedimentos sobre ella, lo que aumenta el peso.
En ocasiones es fácil identificar si una roca volcánica se
ha formado bajo el mar. Aparecen lo que se denomina lavas almohadilladas.
Tienen forma lobular, ya que al salir la lava, primero consolidan muy deprisa
al encontrarse bajo el agua, pero la parte inferior sigue fluyendo y hace que
la roca adquiera esa forma característica.
En la zona de rotura, la corteza oceánica subduce bajo uno
de los bordes continentales. El continente bajo el que subduce cambia de
dirección, comienza a destruirse corteza oceánica y los dos bloques que
inicialmente se había separado tendrán ahora a aproximarse hasta que
colisionan. Una vez colisionan, cesa la subducción y en la zona de choque se
forman cordilleras.
Como ya indicamos anteriormente, esto ha ocurrido al menos
dos veces en el Océano Atlántico.
Según este ciclo, habría océanos como el Atlántico que se
abren y cierra y otros como el Pacífico que siempre están abiertos y cuya
corteza está siempre en renovación.
Los continentes están creciendo, son cada vez mayores. El
vulcanismo asociado a las zonas de subducción produce corteza continental, son
más ligeros que la corteza oceánica, que el formado en las dorsales. Los arcos
de islas se están creando y no vuelven a subducir, aunque pueden colisionar con
un continente y agregarse a él. Y la mayor parte de los sedimentos del fondo
oceánico no subducen, sino que se van agregando a las nuevas cordilleras.
Si todo esto se puede ver poniendo sobre un mapa las edades
conocidas de las diferentes rocas. Se puede comprobar claramente que las rocas
más antiguas tienden a encontrarse en el centro de los continentes.
A las fosas que corresponden a zonas de distensión se les
denomina fosas tectónicas. Se abren los continentes. Pero también se habla de
fosa cuando nos referimos a las depresiones lineales y muy profundas asociadas
a las zonas de subducción. Se hablaría en ese caso de fosas tecnóticas. Y
realmente no se parecen en nada las unas a las otras.
Otro término interesante es el de obdución. Se habla de
obdución cuando nos referimos a los procesos por los que la corteza oceánica,
en vez de subducir en la zona de subducción, quedan incorporados a la corteza
continental. Se trata de procesos puntuales, de poca importancia. Ocurre, por
ejemplo, cuando un gugot llega a la zona de subducción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario