Características generales.
Se trata de un grupo con muchas especies parásitas, la
mayoría, aunque también aparecen especies libres. El parasitismo hace que
muchas estructuras del animal se alteren.
Poseen simetría bilateral. Son animales móviles. Poseen
órganos musculares, presentan movimientos activos. La musculatura ya deriva de
la tercera hoja embrionaria, del mesodermo. Se forman órganos internos. También
posee un sistema nervioso mejorado respecto a grupos anteriores (cnidarios y ctenóforos). Y dado que hay
una zona preferencial hacia la que se mueve, aparece la cefalización. Como
puede comprobarse, todas estas características finales se consiguen gracias a
la aparición de un mesodermo desarrollado.
Nos encontramos, por lo tanto, dentro de los animales con mesodermo pertenecientes al grupo más sencillo: los acelomados. Los platelmintos constituyen un filo que posee un mesodermo, situado entre el endodermo
y el ectodermo, poco estructurado y que formará su musculatura y el tejido
conectivo que constituirá el relleno del animal.
El nombre de platelmintos deriva de su forma, gusanos
aplastados. Son animales acintados, de forma aplanada a lo largo de su eje
dorsoventral. No poseen anillos, son insegmentados. Y los individuos parásitos
poseen ciclos de vida muy complicados.
Tienen una cavidad gastrovascular que constituye un sistema
digestivo incompleto, ya que no tienen ano (es decir, continuamos con una estructura de boca/ano).
El tegumento externo puede ser ciliado. La boca no está en
la parte anterior, cuando existe está en la zona media ventral. En ocasiones
tienen una faringe para chupar.
En otras ocasiones no hay sistema digestivo; ocurre por
ejemplo las tenias, que son parásitos del intestino humano. Como no hay aparato
circulatorio el transporte de sustancias debe ocurrir por difusión; con el
oxígeno ocurre otro tanto de lo mismo. Los cilios que en ocasiones aparecen en la superficie renuevan el
medio.
El aparato excretor está constituido por protonefridios que
recorren todo su cuerpo. Pero su función no es la excreción, puede excretar por
difusión. Su función es la osmoregulación.
Presentan cefalización del sistema nervioso, forman ganglios
en una zona preferente. Hay cordones longitudinales que recorren todo el
cuerpo. En contacto con estos hay un plexo nervioso, por debajo del epitelio.
El epitelio posee receptores dispersos por la superficie, quimiorreceptores, y
ojos en copa o fosa, así como órganos que permiten al animal comprobar su
posición, los estatocistos (que son diferentes a los que presentan los
ctenóforos).
Anatomía de un platelminto: Planaria |
Filogenia y clasificación.
No está claro si el grupo de los platelmintos es
filogenético o puramente artificial, ya que son organismos muy diversos y su
clasificación sufre numerosas revisiones.
Una posibilidad es dividir los platelmintos en cuatro
clases:
- Clase Turbelaria.
- Clase Monogenea.
- Clase Trematoda.
- Clase Cestoda.
Comenzaremos hablando de la clase Turberarios. Son animales
que necesitan un medio muy húmedo. Son habitantes de aguas saladas o salobres,
aunque pueden parecer en tierra húmeda. Su cuerpo es una estructura muscular,
con dos músculos circulares que rodean al animal, músculos longitudinales que
lo recorren de atrás a adelante y músculos transversales. Se alimentan a base
de otros animales que cazan o de cadáveres de animales (carroñeros).
Planaria: Turbelarios |
La boca de los turbelarios está en posición ventral. La
cavidad gastrovascular está muy ramificada. La forma de la boca es muy variable.
Algunos hacen digestión extracelular. Otros digieren el alimento fuera del
cuerpo y posteriormente lo absorben.
La digestión, una vez introducido el alimento en la cavidad
gastrovascular, es externa. Y existe una digestión final intracelular. Pueden
pasar periodos de ayuno muy largos, incluso llegar a la autolisis, digiriendo
su propias células. Los ganglios nerviosos no son autodigeridos, ya que no
tienen capacidad de regeneración. Esto alarga además su longevidad, ya que al
autodigerirse regenera sus células.
En ocasiones, en su parénquima hay algas simbióticas
(crosentenos) que fotosintetizan produciendo superhabit de sustancias orgánicas
que el turbelario aprovecha, teniendo entonces alimento de sobra. Las algas a
cambio tienen cobijo.
Las gónadas pueden ser difusas, acúmulos en el parénquima,
sin conductos para evacuar los espermatozoides ni órganos copuladores. Poseen,
eso si, estiletes que clavan en cualquier parte del parénquima de otro
individuo que actuará como hembra. Desde el parénquima llegan a los óvulos. El
zigoto se desarrolla en el interior hasta que revienta el cuerpo de la madre y
sale al exterior.
Otros grupos de turbelarios, en cambio, sí desarrollan
gónadas bien definidas, con ovarios y testículos. Los testículos serían una
trama que vierten los espermatozoides a un conducto; este se dilata y los
acumula. Y los conduce a un órgano copulador musculoso capaz de producir la
eyaculación. El tubo de salida del órgano sexual masculino es el mismo que el
de entrada de la parte femenina. En la parte superior del aparato reproductor
femenino está el ovario. El óvulo desciende desde el ovario y va acumulando
vitelo; y llega a una bolsa copuladora. En ella entra en contacto con los
espermatozoides. En algunos tipos de turbelarios útero. También puede ocurrir
que los aparatos genitales sean difusos, solo células sueltas que nunca llegan
a formar un aparato definido.
La larva que se forma se denomina larva de Müller. Es
ciliada, de vida libre. Llega un momento en que se transforma en un turbelario
adulto.
En cuanto a la clase Cestodos, son parásitos internos de
vertebrados. Como generalmente ocupan el tubo digestivo y este puede arrojarlos
al exterior, tienen una especie de ganchos con los que se agarran a la pared
del intestino. Estos órganos de fijación están en la cabeza o parte anterior y
se denomina scolex.
La parte posterior de la cabeza sufre reproducción asexual,
se forman subunidades o segmentos en forma de discos denominados proglotis (a
cada segemento). El segmento más alejado de la cabeza es el segmento más viejo.
Puede partirse en trozos, liberar los últimos segmentos y comenzar a crecer en
otra parte.
No hace digestión, absorben los alimentos por el tegumento.
Se denomina alimentación saprozóica.
Carecen de sistema respiratorio y de
sistema circulatorio.
El aparato excretor es un derivado de los protonefridios. Se
trata de un sistema tubular, contacta con la base y si se separan los
segmentos, acaba dando lugar al exterior.
Posee quimiorreceptores comunicados con un plexo nervioso.
En la cabeza hay un sistema nervioso de anillos con dos ganglios. El resto es
un sistema nervioso longitudinal.
Resulta llamativo que cada proglotis es un aparato
reproductor sexual hermafrodita. Las progotis más cercanas a la cabeza maduran
como masculinos y a partir de cierto número se desarrollan como femeninos. Es
decir, primero maduran como machos y después como hembras. El aparato
reproductor masculino es un tubo ramificado que desemboca en un atrio genital.
El femenino está formado por un ovario con un par de glándulas ováricas, una
que fabrica vitelo (vitelógena) y otras que fabrican el ovario; a la célula
huevo se denomina ootipo. En posición anterior hay un saco, el útero, donde se
almacenan los óvulos fecundados. Una vez fecundados estas estructuras
deapaeecen. El útero se desarrolla y ocupa toda la proglotis, rellenándola de
huevos fecundados. Se rellena de una sustancia calcarea denominada cucurbitino.
Se desprende del extremo y sale al exterior. El animal las expulsa con las
heces.
El cucurbitino tiene muchas estructuras en su interior. Se
transforma en una oncosfera. Protege a la larva hasta que penetra en el
interior de otro organismo; es una forma de resistencia frente a la deshidratación.
Cuando un animal vegetariano come hierba, puede ingerirlo. Los jugos gástricos
disuelven la carcasa, peno no atacan a la larva, que se enquista en los vasos
sanguíneos. Se resguarda en su interior y no se desarrolla (no es su especie
hospedadora, solo está en tránsito) y se denomina cistisarco. Suele
resguardarse en el sistema muscular del animal.
Cuando el animal carnívoro come al vegetariano (un ser
humano que come un buey o una vaca, por ejemplo), el parásito podrá
desarrollarse y alcanzar el estado adulto, anclándose en el intestino y
completando el proceso.
El quiste hiratémico del perro funciona en sentido
contrario, el hombre es el intermediario. Los huevos no se desarrollan en su
fase adulto, sino que quedan como un quiste que se disemina por el cuerpo y se
desarrolla en un músculo o en el peor de los casos en el cerebro o el hígado,
lesionando este órgano. Al perro el parásito llega, generalmente, procedente de
algún vegetariano, como el cerdo; por eso es conveniente cocer la carne que se
les da a los perros, ya que pueden desarrollar tenias que, aunque no se
desarrollen como tales tenias en el hombre, pueden afectarnos al formar este
tipo de quistes.
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