En el cuerpo humano podemos distinguir dos tipos de
glándulas sudoríparas, que difieren tanto en su anatomía y morfología como en
su fisiología y funciones. Son las glándulas sudoríparas ecrinas y las
glándulas sudoríparas apocrinas.
Anatomía de las glándulas sudoríparas ecrinas.
En el cuerpo humano tenemos entre dos y cuatro millones de
glándulas sudoríparas ecrinas. Ocupan toda la superficie cutánea, excepto los
labios, lecho ungueal (bajo las uñas), labios menores, glande y cara interna
del prepucio. El número máximo de glándulas sudoríparas ecrinas se encuentra en
las palmas y plantas, con entre 600 y 800 glándulas por centímetro cuadrado. Y
el mínimo, en los flancos del cuerpo, con entre 50 y 150 glándulas por
centímetro cuadrado.
Dermatogrifos. Pueden verse poros de glándulas. |
La glándula está constituida por un ovillo secretor,
instalado en zonas profundas de la dermis, que desemboca al exterior mediante
un conducto; en la zona de desembocadura habrá un orificio o poro secretor. A
la porción de epidermis en la que desemboca la glándula se le denomina
acrosiringium.
El sudor es fabricado en el ovillo y modificado en su
trayecto al exterior, absorbiendo parte del agua y el sodio. En el ovillo
secretor encontramos un grupo de células llamadas células oscuras, que están en
contacto con la luz del tubo, pero que no llegan a contactar con la membrana
basal y que se encargan de fabricar una sustancia mucoide que, presumiblemente,
facilita la expulsión del sudor. Y las células claras, que están en contacto
con la membrana basal o con las células mioepiteliales y que llegan a la luz
del tubo en algunas zonas, por medio de ramificaciones que se cuelan entre las
células oscuras; se encargan de fabricar el sudor. Por último están las células
mioepiteliales, contráctiles, cuya función sería impulsar el sudor hacia el
exterior; estas células no forman una capa continua, sino que aparecen de
cuando en cuando. El conducto, a diferencia del ovillo, está formado por
células epiteliales cúbicas y algunas células mioepiteliales (no hay células
claras y oscuras).
Esquema de la Glándula Sudorípara Ecrina |
El principal componente del sudor es el agua, existiendo
otros componentes, como las sales minerales, urea, ácido úrico, etc.
La glándula está fuertemente irrigada e inervada. El
principal control glandular es llevado a cabo por el sistema nervioso autónomo.
El sudor ecrino es un líquido transparente y de sabor
salado. Su principal componente es el agua (99%), en la que se encuentran
disueltas sales minerales, especialmente cloruro sódico y potásico, así como
sustancias orgánicas, principalmente urea, aunque también aminoácidos, ácido
láctico y ácido pirúvico. Podemos encontrar, así mismo, sustancias de
excreción, que el cuerpo intenta eliminar, como metales, compuestos orgánicos
tóxicos o derivados de medicamentos. También podemos encontrar cantidades muy
bajas de otras sustancias orgánicas, como glucosa o proteínas (glucoproteínas,
glucopolisacáridos e incluso inmunoglobulinas). El pH del sudor oscila entre 4
y 6 (es decir, ligeramente ácido).
Es fabricado en el ovillo y modificado a lo largo del tubo
secretor. Las dos funciones fundamentales del sudor son la excretora y sobre
todo la termorregulador.
El sudor puede segregarse por varios motivos. Por un lado,
existe una pequeña sudoración constante, que hace que éste ayude en la
hidratación a la capa córnea de la piel, además de aportar ciertos componentes
del denominado factor natural de hidratación (de sus siglas en inglés, NMF).
Además, algunos de los componentes del sudor, como el ácido urocánico, actúan
como filtro ultravioleta, absorbiendo los UVB. Y debido a su pH, funciona como
antifúngico y antiséptico.
La sudoración profusa es desatada por mecanismos en los que
interviene el sistema nervioso autónomo. Se deberá, fundamentalmente, a
respuestas nerviosas ante una aumento de la temperatura corporal y es desatada
por el sistema nervioso simpático (si que, aparentemente, el parasimpático
juegue ningún papel, ni activado ni inhibidor). Pero también existe una
respuesta sudoral psíquica o emocional, ante situaciones de estrés
(nerviosismo, ansiedad, miedo, dolor, etc.).
Anatomía de las glándulas sudoríparas apocrinas.
Aunque su morfología general es similar a las ecrinas,
presenta varias diferencias. Es, al igual que la ecrina, una glándula con forma
de ovillo, pero en este caso es algo más grande (alrededor de diez veces
mayor). Están asociadas a folículos pisosebáceos de determinadas zonas del
cuerpo: región anogenital, periumbilical, vestíbulo nasal y axila (es decir, vierte su contenido a un folículo piloso de esas zonas).
Como su nombre indica, su secreción se realiza de forma
apocrina: el ovillo está constituido por una sola capa de células secretoras
rodeadas, en algunas zonas, por células mioepiteliales. Estas células
secretoras, por pérdida de su parte superior, originan una secreción altamente
viscosa y de apariencia lechosa denominada sudor apocrino. El sudor apocrina
comienza a segregarse durante la pubertad y desciende en la vejez. Esto ya nos
da a la idea de su control hormonal, mediado entre otras por las hormonas
sexuales.
Esquema de la disposición de la Glándula Apocrina. |
Fabrica un sudor ligeramente alcalino y poco oloroso, pero
que es fácilmente degradado por bacterias, originando un olor muy
característico. Parece claro que es un sistema de secreción de feromonas, es
decir, hormonas que actúan en el exterior del cuerpo y sobre otros individuos
(estaría relacionado con fenómenos de atracción y repulsión personal, sexual o
social, por ejemplo).
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